Primera experiencia como voluntario en La Vuelta al Mundo Sin Prisas
El comienzo
Como muchos sabréis el pasado día 15 de marzo comenzamos nuestra Vuelta al Mundo sin Prisas. Salimos desde Zaragoza con destino a L’Isle-Jourdain (Gers – Francia). Desde entonces han transcurrido 15 días, en los que hemos trabajado como voluntarios en el castillo Château des Quintarets, propiedad de Marie-Pierre, que vive acompañada de dos de sus hijas Dacia (21) y Ludmilla (15), geniales y adorables y que nos acogieron como si fuésemos de la familia.
Nuestro trabajo
Durante los primeros días un italiano llamado Leo, Antonio y yo, pintamos algunas de las estancias de este impresionante castillo. Posteriormente pasé a ser el jardinero oficial y casi, también el cocinero, aunque en esto, todos pusimos de nuestra parte.
Nunca me gusto la profesión de jardinero y entre otras cosas creo que se por qué: me ha salido una alergia y todavía no sabemos a que se ha debido, pero creo que los bichitos y el polvo han tenido que ver. Afortunadamente nuestra anfitriona Marie-Pierre, me llevó a su doctor y con unas pastillitas los picores se calmaron y aunque aún padezco pequeños ataques irritantes, todo ha pasado.
Mi trabajo de ‘jardinero’ se basó en arreglar todo el jardín de la piscina del castillo. Trabajo duro y que requería una gran dosis de moral, ya que cuando lo vi al principio estaba hecho una jungla: sin monos y animales salvajes, pero con la vegetación maltrecha y comiéndose el espacio -al parecer el castillo estuvo ‘okupado’ durante una larga temporada y los ‘okupas’ no hicieron mucho por mejorar las instalaciones, sino todo lo contrario-.
En cuanto a Antonio, que siguió con la pintura, ha hecho un gran trabajo. Entre Leo y él han podido casi terminar el segundo piso del castillo y eso es una gran noticia para Marie-Pierre, que tiene en alquiler el lugar para primavera y verano.
La celebración del cumpleaños de Lulu
Ludmilla cumplió los 15 años y la noche anterior pudimos conocer una discoteca cercana al castillo. Curioso es que el portero de la discoteca, antes de entrar y viendo que éramos nuevos en el sitio, nos advirtió que a algunos lugareños, cuando se han bebido medio bar, les gusta vacilar a los extranjeros o incitarles a la bronca, dándonos instrucciones de que si eso ocurría, no entrásemos al trapo y les avisásemos para cortar el intento.
Nada ocurrió y fue una noche tranquila con unas pocas copas y unos bailes. Eso sí, a la salida la policía estaba haciendo guardia y controles de alcoholemia, afortunadamente servidor no había bebido casi y Dacia, que había conducido a la ida, me dejó el coche para volver a casa. Soplé por el tubito y di el mínimo en la tasa de alcoholemia, por lo que pude continuar conduciendo ¡bajo una cortina de lluvia! y sin multa.
Al día siguiente preparé una comida y una cena españolas a base de tortillas de patatas -con cebolla y calabacín- y paella vegetal -en sartén-, para celebrar el aniversario y Leo un tiramisú a modo de tarta de cumpleaños. Unos vinos, algo de champán y sidra francesa y a dormir, que el lunes tocaba de nuevo trabajar.
El turismo y la historia
También tuvimos oportunidad de hacer algo de turismo. La primera semana fuimos a ver Toulouse, una ciudad preciosa y con una gran historia.
Al parecer en Toulouse confluyeron habitantes del norte de Francia huyendo del reclutamiento durante la 1ª guerra mundial -ya que la ciudad era una de las más apartadas del campo de batalla-; de Italia huyendo de Mussolini y de España huyendo de Franco. De hecho Toulouse o Tolosa es considerada «la más española de las ciudades francesas».
Y lo comprobamos en una recepción en Le FanfaRon a la que acudimos invitados con Marie-Pierre esa misma semana, pudiendo hablar en español con muchas de las personas que estaban allí.
En la década de los 60’s fue una oleada de argelinos quienes vinieron huyendo de la guerra. Más de 25.000 se instalaron en la zona occidental de la ciudad, creando el barrio Mirail, diseñado por los mejores arquitectos mundiales y que llegó a albergar hasta 100.000 personas.
El adiós
Antes de nuestro adiós pudimos despedir a Kevin –del que ya os hablé– el viernes, un gran tipo e ingeniero aerospacial -en Toulouse hay una gran industria-, que volvía a su Newcastle natal durante unas cortas vacaciones. Barbacoa, cerveza y vino francés en una gran noche… y postre de limón. La hospitalidad de la familia fue fantástica.
Para nuestra despedida el sábado, preparamos una cena con la que queríamos honrar la mencionada hospitalidad de nuestra nueva ‘familia francesa’ y ya con las mochilas hechas y cerrando nuestra primera experiencia Workaway, podemos irnos satisfechos habiendo hecho un buen trabajo, como nos reconoció Marie-Pierre, invitándonos a ampliar el voluntariado. Con sentimientos entrecruzados por quedarnos o partir, decidimos seguir con el calendario inicialmente previsto y continuar ruta.
Próximo destino
Nuestro próximo destino también en Francia, es un pequeño pueblo llamado Murs en La Provenza. El viaje lo haremos en varias etapas para cubrir los más de 400Km entre ambas poblaciones. La primera en tren, haciendo 3 transbordos: L’Isle-Jourdain – Toulouse – Narbonne – Avignon, la segunda en autobús hasta Apt y la tercera hasta Murs en el coche de nuevos anfitriones Scott y Sally que vendrán a recogernos.
Por último y para despedir este artículo dar las gracias a Marie-Pierre, Dacia y Ludmilla por estos magníficos 15 días y su hospitalidad y cariño. Y no olvidar a Leo y Kevin, dos nuevos amigos en el mundo con los que pasamos buenos ratos.
A bientôt
¡Pura vida!
12 comentarios
Hola Fernando y Antonio soy seguidora de vuestro blog,
Bonita experiencia vivida . Adelante chicos con la super _aventura
Hola Mariangeles, nos alegra tenerte ahí. Gracias por tu apoyo. Saludos y besos
Fernando, qué fantástica aventura en la que te has embarcado! No estaba en Zaragoza para despedirte pero te deseo lo mejor y te sigo en el blog que me encanta. Un abrazo y mucha suerte
Ana Cris, que pena no haberte visto antes de partir, gracias por tu apoyo y las palabras de ánimo. Esperamos sorprenderte cada vez más con el blog. Besos
Hola Fernando y Antonio soy seguidora de vuestro blog,
Bonita experiencia vivida . Adelante chicos con la super _aventura
Hola Mariangeles, nos alegra tenerte ahí. Gracias por tu apoyo. Saludos y besos
Fernando, qué fantástica aventura en la que te has embarcado! No estaba en Zaragoza para despedirte pero te deseo lo mejor y te sigo en el blog que me encanta. Un abrazo y mucha suerte
Ana Cris, que pena no haberte visto antes de partir, gracias por tu apoyo y las palabras de ánimo. Esperamos sorprenderte cada vez más con el blog. Besos
muy chulo el reportaje me entretuvo un rato ,
cuidaros y pasarlo bien, abrazos
Gracias Oscar, seguiremos informando. Abrazo
muy chulo el reportaje me entretuvo un rato ,
cuidaros y pasarlo bien, abrazos
Gracias Oscar, seguiremos informando. Abrazo