Johnny el couchsurfer que me acogió cuando llegué a Fiyi, era instructor de submarinismo y me invitó a probar una inmersión. La verdad es que me apetecía mucho hacerlo, pero desgraciadamente la experiencia no fue la mejor.
Él me dijo que no había sido de los peores alumnos que había tenido, ya que a la mayoría cuando les da el pánico se ponen a llorar y les cuesta seguir con la clase. Afortunadamente él me ayudó y pude terminarla, aunque necesitaré muchas más para acostumbrarme a bucear.
También tuve la suerte de que me dejaron a acompañarles con unos clientes con experiencia y uno de ellos me cedió las imágenes que capturó bajo el mar para este vídeo. Buceando con tiburones y alimentando a los peces.
Cuando lo vuelva a intentar, lo intentaré grabar y enseñaros los progresos.
Hasta el próximo vídeo…
¡Pura Vida!