Nápoles: una auténtica y preciosa ciudad Mediterránea
Nuestra siguiente parada fue en Nápoles: una auténtica y preciosa ciudad Mediterránea, repleta de identidad y que nos sorprendió por su vida callejera.
A Nápoles desde Roma llegamos en tren, un medio de transporte que en Italia funciona muy bien y que resulta económico ya que disponen, además de las líneas rápidas, de esos trenes regionales que hacen multitud de paradas pero que resultan muy interesantes cuando la prisa no es compañera.
En Nápoles
En Nápoles tuvimos la suerte de contar con el contacto de una familia que nos esperaba a través de Laura, una amiga que conoció Fernando en Vicopisano durante su estancia y que le ofreció llamarlos para saber si querían ser nuestros anfitriones.
Nuestra familia de acogida estaba formada por Giancarlo, Helena, Marta, Mario y la preciosa perrita Cindy. De nuevo pudimos disfrutar de la hospitalidad y generosidad que vamos buscando por el mundo y en las personas que vamos conociendo.
Es como si de repente, en un lugar del mundo en el que nunca has estado, te estuviese esperando una familia «espontánea» y todo fluyera de forma natural y armónica.
Nos ofrecieron su casa, su tiempo, su cultura y muchas cosas más. Tengo que reconocer que me faltan palabras para agradecerles su apoyo al proyecto y a nosotros mismos. Desde el primer día Giancarlo nos acompañó a recorrer la ciudad. Es admirable el interés que muestra sobre la historia napolitana y realmente interesante su análisis personal.
Compartimos con ellos gastronomía, ideas políticas, formas de vivir y de sentir la vida. Una experiencia muy enriquecedora y llena de esencia humana.
A día de hoy, en Nápoles se siente y respira un ambiente afable. Los napolitanos que hemos conocido, mantienen ese carisma intrínseco a una cultura propia, arraigada a su historia.
Visitando Nápoles
Como lugares destacables hay muchos: el Castillo Nuovo, el Castillo dell’Ovo, el Castell S. Elmo, la Piazza del Plebiscito, el Palazzo Reale di Napoli, la Piazza del Gesù y las iglesias Basilica de Sta. Chiara y Gesù Nuovo o el barrio del Quarteri Spagnoli, entre otros.
Pero algo realmente impactante es el «Cementerio Fontanelle» y su barriada. Una zona especialmente modesta y característica es Via Sanità, una de las calles donde sus vecinos siguen haciendo uso de la vía pública para crear espacios sociales.
Las aceras también se utilizan para tender la colada, las puertas de las casas permanecen abiertas e incluso algunas cerraduras portan las llaves, verdaderamente auténtico e impensable en otras partes de la ciudad y por supuesto en otras ciudades.
Si una cosa se aprende viajando, es que la historia de las ciudades hay que vivirla , que los prejuicios y leyendas urbanas, no dejan de ser eso; «leyendas» y que en el fondo lo que nos llevamos es nuestra propia impresión siempre que estemos abiertos a la posibilidad de vivir la situación y el momento.
Nápoles: una auténtica y preciosa ciudad Mediterránea
Texto: Mar
Fotos: Fernando Rutia