Le llamo un voluntariado entre amigos porque como ya conté en el anterior artículo me tenía que encontrar con Kathy, a la que conocí en China durante mi voluntariado en Xi’an. Solo la vi unas pocas horas, pero cuando volvió a Australia me escribió para invitarme a mi llegada a su país y fue gracias a Anna mi amiga china, que me lo recordó, por lo que me puse en contacto con ella y finalmente he pasado casi el mes de enero completo en Darkan haciendo un voluntariado muy suave y entre amigos.
Camino a Darkan con la familia de Kathy. Conociendo la familia
Kathy vive en Darkan, una pequeña población del interior del oeste australiano a unos 200Km de Perth y habíamos quedado en encontrarnos en la estación de tren de Armadale, única posibilidad de acercarme un poco y que Kathy no tuviese que ir hasta la ciudad (ya te conté también porqué en el anterior artículo). El tren fue puntual y mientras esperaba que llegase, me di un pequeño paseo para ver la estación por fuera.
Quizás, un dato sin importancia, pero cuando volví donde tenía mis mochilas apalancadas, no se todavía bien porque, me dio un dolor agudo en el pecho. Me senté, relajé y respiré profundo; el dolor poco a poco remitió, pero me asusté, en esos momentos piensas en lo peor, pero lo puedo contar, así que fue una falsa alarma.
Cuando ya me había recuperado, mis anfitrionas aparecieron con el coche. Char-lee, la hija de Kathy acababa de salir del hospital, una paliza de su compañero la tuvo allí varios días recuperándose de las heridas y los moratones, que aunque habían bajado, cuando nos conocimos todavía se le notaban. Thea e Imogen, sus dos encantadoras y preciosas hijas habían pasado ese tiempo en casa de sus tíos y aprovechando que venían a buscarme a mi, quedaron con ellos y las dos pequeñas se unieron a nosotros en la misma estación de Armadale.
Antes de salir de la ciudad, pasamos a ver a una de las hermanas de Kathy que vive en una colina desde la que se podía ver la inmensidad de las tierras australias a pequeña escala. Fue una visita breve y desde allí nos acercamos a un supermercado en el camino. Kathy sabiendo de mi dieta vegetariana había comprado suficientes vegetales, pero yo quería reforzar un poco la despensa para hacer alguna de mis recetas.
Después de las compras nos fuimos a ver la nueva casa donde vivirá Char-lee con Thea e Imogen cuando esté terminada. Aunque era sábado y día medio festivo Wayne estaba trabajando, se le veía relajado pero avanzando en la reforma. Con él conocí el auténtico acento australiano, ese que no es una leyenda urbana y si muy real. Para mi difícil de entender, porque aunque haya mejorado mi inglés, todavía necesito mucha más práctica y me está pasando factura cuando me intento comunicar.
Llegamos a Darkan sobre las 4.30pm y fuimos directos a casa, había que descargar y también quería preparar mi primera tortilla de patatas en Australia para la cena. A todas les encantó y Thea, la mayor de las hijas de Char-lee incluso me grabó haciendo una película de vídeo con la receta, algo que volvió a repetir durante el fin de semana cuando cocinaba. Tiene alma de directora de cine o presentadora de TV.
Al llegar a casa me quedé bastante sorprendido, lucía un desorden que hacía tiempo que no veía, en la cocina se acumulaban los platos y las ollas en el fregadero, pero todo tenía una explicación: Char-lee se iba a mudar después de pasar cuatro meses en casa de su madre tras separarse de su pareja y sus cosas estaban preparándose en maletas, por otro lado al ser una granja en mitad del campo, el agua está muy justa y hacen limpieza de cacharros una vez al día. Aún con esta sensación de desorden, por lo que me pidieron disculpas encarecidamente, yo me sentía cómodo y a gusto.
Sobre Kathy contaré que perdió su pierna derecha en un accidente de moto, que se empotró contra un camión y en el accidente la pierna fue arrancada de cuajo. Necesito varios meses de recuperación, pero al ser un accidente tan violento, según me contó, la herida se cauterizó en el acto y no perdió mucha sangre, que hubiese significado perder la vida.
Debido al accidente tuvo una indemnización alta y con ella pudo comprar el terreno donde se asienta su propiedad y donde construyo la casa que he estado. Seguramente preferiría tener su pierna, pero siendo positivos, no hay mal que por bien no venga y después de más de 25 años así, se la ve ágil y con capacidad para hacer cualquier cosa. El gobierno le pasa una pensión quincenal por incapacidad de 800$, con los que vive, y aunque parezca mucho dinero, viendo los precios que se manejan en este país, no es tanto. Fuerza de voluntad y mucho carácter el de Kathy a la que respeto y admiro.
Añado a esto que gracias a ella he podido vivir en Australia durante este mes de enero, prácticamente con lo mismo que viví en otros países más económicos, ayudándome a encontrar un trabajo que hice durante cuatro días, que me generó unos ingresos para pagar mis gastos y no tener que utilizar recursos económicos que guardo para cuando el viaje lo requiera y siendo su invitado con comida y alojamiento.
En Arthur River: una pequeña colaboración remunerada
Kathy sabiendo de la falta de recursos económicos que tengo, se puso en contacto con Darrel, una amiga que tiene una granja en un pueblo llamado Arthur River, para preguntarle si necesitaba ayuda durante un par de días. Arthur River está a 30Km de Darkan y está mejor conectado que el propio Darkan, aunque sea más pequeño, ya que se encuentra en una de las arterias que unen Perth con Alabany, la ciudad más antigua de esta parte de Australia. Darrel le confirmó y para mi fue una gran sorpresa, tener unos ingresos me venía muy bien y además los pude aumentar algo más, porque Darrel habló con Simon, un granjero vecino suyo, y también lo fui a ayudar un par de mañanas.
En casa de Darrel me encargué de limpiar todas las estancias de la vivienda: las numerosas habitaciones que tiene, pasillos, baños, oficina y lavandería, que después de la Navidad necesitaban un repaso. Al parecer le gustó mi trabajo y mi honestidad, según me dijo, aunque el idioma fue una barrera en muchas ocasiones, que me hacía saber cuando le pedía que me lo repitiese, frunciendo el ceño. Afortunadamente le dio más importancia a lo primero que a lo segundo y por ello me encargó otros trabajos fuera de la vivienda.
Uno de ellos fue sencillo y en un par de horas lo había terminado: tuve que quitar una alambrada y las estacas que la sujetaban y recoger todo para reutilizarlo. Lo siguiente era más duro y costoso. Había que remover parte de la tierra de la entrada de una de las casas, construida sobre una caravana, para rellenarlo con arena y colocar unas grandes baldosas dejando el acceso mejor, con el fin alquilarla como las demás que tiene en lo alto de su terreno. Es una especie de hotel de carretera, que sirve a los trabajadores de la zona y también a mochileros que pasan por Arthur River como vivienda, a mejor precio que el que he podido ver en otros hosteles de Australia. Yo estuve hospedado en una de ellas esos días.
Con Simon, el granjero vecino de Darrel, el trabajo fue sencillo. El primer día me dediqué a conducir su camioneta todo terreno por los campos, mientras él distribuía las estacas para construir defensas y acotar partes de su propiedad. Al día siguiente nos dedicamos a poner las estacas, pero cometí un error colocando una de ellas y en la pausa para el café, dio por terminado el trabajo. Creo que el error no le gustó y fueron de nuevo mis problemas con el idioma, los que lo produjeron. Una pena porque me lo estaba pasando bien de verdad.
Aún así diré que no podría haber estado muchos días más, mi compromiso era con Kathy para ayudarla en sus cosas: transportar el agua desde los pozos situados en torno al pueblo para llenar los depósitos de la casa, hacer algunos pequeños trabajos que me encargaba en el terreno, hacer limpieza o lo que necesitase. Siendo sincero, trabajo simple y muy bien compensado, tanto por la compañía, como por por el ahorro que he hecho, las charlas con ella y la gente que he conocido.
Los amigos de Kathy y Char-lee
Ya antes de llegar a casa de Kathy me habló de un viejo amigo llamado Aaron, que tenía ganas de conocerme para charlar conmigo. Sobre Aaron os hablaré más en el siguiente artículo, ya que prácticamente nos hemos visto casi cada día. Con él hice una excursión a Bunbury y por una parte parte del bosque que ardió durante más de una semana a los pocos días de mi llegada.
El incendio fue tan grande y quemó tantas hectáreas de terreno y viviendas que incluso una mañana me desperté asustado porque creía que algo ardía en casa; estoy hablando de más de 60Km de distancia y nos llegó el humo.
Si que os presentaré a Mick, un amigo de Char-lee que sabiendo de la paliza que le dio su pareja y su hospitalización, se acercó un día a verla por casa. Con Mick tuve muy buena conexión y al caer la tarde fuimos juntos al bar de la carretera que es también pub, hotel y restaurante a comprar una caja de cervezas que acabamos mano a mano de una sentada, mientras y después de la barbacoa que Kathy y Char-lee prepararon. La primera borrachera en mucho tiempo, que pagué al día siguiente con una resaca de muerte, ya que a las cervezas invitó él.
Mick es trasquilador de ovejas de profesión, un trabajo que pude comprobar hace con habilidad, aunque a veces también cometa errores y haga sufrir al animal involuntariamente. El día que pude ir con Char-lee a la granja donde estaba trabajando, Mick cortó una de las venas del cuello de la oveja a la que estaba trasquilando y empezó a sangrar abundantemente. Mick tuvo que hacer de veterinario y le puso varios puntos de sutura. La oveja lo siguió contando.
También pude practicar y aprender de la limpieza de la lana cuando la oveja es trasquilada. Un trabajo duro y sobre todo sucio. Aprendí que la lana trasquilada se limpia para eliminar las heces pegadas y la suciedad y también se separa la lana del estómago o la que está manchada de sangre en montones diferentes.
Es importante cuando se ha terminado esto, que se compruebe que es de buena calidad con una técnica sencilla: se arranca un pedazo pequeño del paño recién limpiado y estirando de ambas puntas, si no se rompe ha pasado el control y se pone en la prensa para comprimirla en el saco que llega a un peso de 1.250Kg; la que se rompe se separa en otro montón. El trabajo se tiene que hacer rápido y es repititivo, cinco personas para cinco trasquiladores que trabajan a la vez.
Otros dos amigos que también vinieron a visitar a Char-lee fueron Ben y Lloyd, que se quedaron esa noche a dormir y para los que preparé una tortilla de patatas que les encantó. Con ellos también pasamos por el bar de Darkan a tomar algo. De nuevo ellos me invitaron a las cervezas y pudimos echar unas partidas a los dardos. Ben es operador de maquinaria pesada: grúas y camiones de gran tonelaje y en lo que según me contó es muy requerido, lo que le da la ventaja de trabajar cuando quiere y en ese momento estaba de vacaciones disfrutando de una temporada de descanso.
Para terminar con el artículo, diré que he tenido la oportunidad de vivir un momento histórico en esta parte de Australia. Es verano, diríamos como julio en España y el tiempo es muy seco y según me contaron hacía muchos años que no caían precipitaciones como este 2016. La verdad es que he pasado mucho calor, frío y también me he mojado con la lluvia varios días. Una alegría para los habitantes que renuevan sus recursos hidráulicos en una temporada del año que no los hay normalmente.
En el siguiente os contaré más vivencias en esta parte del mundo, os presentaré a Aaron y como viven los australianos el Australian Day que cumplió 228 años el 26 de enero y viví con Kathy y dos voluntarios con los que coincidí en mis últimos días en Darkan.
Hasta entonces y como siempre…
¡Pura vida!