Nos toca limpiar otra parte del barco, quizás la menos agradable: los baños.
No es el argumento principal del vídeo, pero fue uno de los trabajos que me tocó hacer. De paso veis como es el velero por dentro.
También quiero despedir a Ingrid, que finalmente aceptó la propuesta de ser parte de la tripulación de otro barco que navegaba hasta Australia para entregarlo a su dueño.
Disfruta del vídeo.
Gracias por estar ahí y…
¡Pura Vida!